La primera vez que escuché el término "globalización" fue en el colegio. Recuerdo que en mi mente quedó la imagen del planeta Tierra cubierto con un montón de líneas a modo de red. No lo sabía, pero esta imagen me iba a servir para entenderlo todo más adelante. Quienes investigan y han escrito sobre globalización tienen mucho para decir. A veces, es difícil entenderlos por el nivel de complejidad que supone este fenómeno y porque algunos detalles dentro de su significado pueden variar dependiendo del país desde el cual se esté hablando. Empecemos por entender que todos los países tienen realidades diferentes y que, aunque nos empeñemos en hacer comparaciones todo el tiempo y creer que lo que sucede en un país se va a repetir exactamente en el otro, no se pueden analizar los procesos de la misma manera en todas las regiones.
...aunque vivamos en la década donde se lucha más que nunca por los derechos humanos, la igualdad, y la diversidad, parece que se hubiera olvidado que, como ciudadanos, tenemos derechos y deberes ligados con la forma en la que vivimos, sentimos y nos desenvolvemos en los territorios urbanos.
En mi caso, gracias a Saskia Sassen (economista, socióloga y urbanista) logré entender la globalización como un proceso que ha evolucionado -y sigue en constante cambio- basándose en el intercambio de valores culturales, científicos, tecnológicos, económicos, sociales etc. entre territorios y países a nivel mundial. Todo esto ha sido posible, principalmente, gracias a las rápidas comunicaciones garantizadas por las tecnologías, los avances en cuanto a eficientes y rápidos modos de transporte, evolución de la economía y el comercio hacia lo electrónico y la hipermovilidad (todo se mueve y se intercambia muy rápido) que todo esto conlleva (Sassen, 2000).
En un principio, alrededor de los 90s, se pensó que la globalización haría que las grandes ciudades perdieran importancia. Sin embargo, observando los territorios en los que se siguen ubicando las empresas, multinacionales y transnacionales, se puede afirmar que la localización geográfica sigue siendo importante pese a las ventajas que se tienen actualmente en cuanto a desplazamientos y comunicaciones. Esta localización permite evaluar la forma en la que la globalización actúa en cuanto a las distintas economías y culturas (Sassen, 2000) así como las ventajas se las llevan, en mayor medida, unos pocos países. Al mismo tiempo, esta localización de actividades ligadas a la economía de la globalización ha generado nuevas centralidades y aglomeraciones, tanto económicas como humanas, que tienen que ver con bancos, negocios y tecnologías. Para Sassen (2000) aquellas ciudades donde se encuentran concentradas estas actividades han desplazado a esas otras que en el pasado también fueron importantes. Recordemos que, alguna vez, la industria automotríz fue tan importante que tenía su centro en ciudades como Detroit, donde todos querían vivir y trabajar. Ahora, todos queremos vivir y ser un Silicon Valley, el gran centro de la tecnología y la innovación. Pero, todo esto, además de ser una utopía, se puede traducir en el aumento de la desigualdad y los desplazamientos de personas que buscan mejores oportunidades, pues no todos los territorios tienen las capacidades para convertirse en réplicas de estos casos y se suelen abandonar las potencialidades que puede llegar a tener cada región.
Yo le llamaría a todo esto "el mal uso" de la globalización.
De otra parte, en un texto de Scott y Stroper (2000) también se resalta el papel las ciudades y la aglomeración de las actividades que han sido consecuencia de esta globalización. Señalan que esta concentración de actividades desencadena el crecimiento desmedido de algunas ciudades por sobre otras generando problemas económicos y sociales. Por lo anterior, se propone el esparcimiento de algunas centralidades de índole económico en diversas áreas urbanas que supone más control por su menor tamaño. Pero también es importante que la globalización y su apertura de mercado, así como los avances tecnológicos, han permitido que los procesos de urbanización se refuercen y se presenten aglomeraciones de actividades económicas, ya que esto puede resultar una fuente de crecimiento económico. Yo le llamaría a todo esto "el mal uso" de la globalización.
Para concluir y a modo personal, añado que aquello relacionado con la globalización constituye una serie de complejidades que no pueden ser entendidas ni estudiadas desde un solo ámbito o ciencia. Es necesario entender sus efectos económicos, políticos, sociales y culturales. Incluso, es pertinente analizar las causas, efectos y procesos que atraviesa en cada país y hasta ciudad por separado ya que pareciera adaptarse a cada situación y, en ocasiones, hasta resistirse a los efectos de esta. Recordando un texto de David Harvey (2008), es importante rescatar el derecho a la ciudad pese a todo lo que ha permitido hechos como la privatización de lo público y el manejo de las ciudades por la élite política y económica, pues aunque vivamos en la década donde se lucha más que nunca por los derechos humanos, la igualdad, y la diversidad, parece que se hubiera olvidado que, como ciudadanos, tenemos derechos y deberes ligados con la forma en la que vivimos, sentimos y nos desenvolvemos en los territorios urbanos.
Referencias Harvey, D. (2008). El derecho a la ciudad. New Left Review , 53(4), 23-39. Sassen, S. (2000). The global city: strategic site/new frontier. American studies, 41(2), 79-95. Scott, A. y Stroper, M. (2000). Regions, globalization, development. Regional studies, 41(1), 191- 205.
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