Yoe Carrero
SER MAMÁ
Más de un año me tomó volver a tener el espacio, el tiempo y la energía física, mental y emocional para redactar un nuevo post para el blog. Existen quienes tienen la determinación o la obligación de retomar su vida y su rutina en pocos meses y puede que solo la hayan pausado para pasar en reposo solo una pequeña parte del postparto. En mi caso, de ninguna manera hubiese podido seguir.
... la pregunta estrella “¿qué tal la experiencia de ser mamá?”
El embarazo y la maternidad pueden ser vistos como un combo o puede que sean dos momentos con dos caras muy diferentes. Afortunadamente, la maternidad para mí ha sido la otra cara de la moneda con respecto a lo que fue el embarazo y cuando me hacen la pregunta estrella “¿qué tal la experiencia de ser mamá?” se me sale una sonrisa muy genuina y emoción de querer contarlo todo, situación totalmente contraria a lo que sentí durante el embarazo.
Gestar demanda absolutamente todo de ti y, en ocasiones y para algunas mujeres como fue para mí, se siente que dejas de poder controlar tu cuerpo para que otra persona pueda habitarlo porque lo necesita para crecer y existir. Algunos días deseaba pasar los 9 meses durmiendo hasta el parto con tal de no sentir ese malestar de nauseas, mareos, cansancio extremo y total descontrol emocional al que los médicos decidieron llamar “hiperemesis gravídica”. Googleen el termino si quieren, pero básicamente es pasar vomitando todo el embarazo. Afortunadamente el día en que esto desaparecería llegó y aunque con el proceso del parto me pasó lo mismo que con el embarazo: se alejó totalmente de lo que me imaginé o esperaba, con esto se abrió un nuevo capitulo.
Si, ser mamá te cambia la vida en general, pero no debe cambiar tu esencia, deseos y metas. Antes que madre eres mujer y persona.
Sin ánimos de romantizar absolutamente nada, ser mamá para mi ha sido mucho mejor de lo que me imaginé. Para vivirlo de esta manera considero que ha sido clave entender que todas las maternidades son diferentes, valorar que estoy en una situación de privilegio al vivir un embarazo totalmente deseado, con unas condiciones sociales y económicas óptimas. Otra cosa a favor fue el hecho de haber sacado a tiempo de mi mente la imagen de madre abnegada, sacrificada y hasta cursi que tuve en mi cabeza por muchos años. Si, ser mamá te cambia la vida en general, pero no debe cambiar tu esencia, deseos y metas. Antes que madre eres mujer y persona.
He disfrutado mucho el ver crecer a mi bebé, cómo se transforma todos los días, como aprende cosas nuevas, observar cómo descubre sus emociones y es capaz de captar las de quienes lo rodean. He disfrutado mucho mi propio aprendizaje y el de mi pareja, al mismo tiempo que la forma en la que hemos logrado coordinarnos como equipo y entendernos entre los tres y en este punto retomo el tema del privilegio porque ser un equipo, aunque sea biológicamente imposible eso de 50 y 50, ha sido posible en una sociedad que desplaza a la madre al trabajo del hogar y al padre al trabajo fuera de casa. Además de esto hemos entendido que existen distintas formas de mapaternar (maternidad y paternidad en equipo) y que las decisiones que tomemos dentro de nuestra familia, siempre y cuando nos hagan felices a los tres, son las correctas y no las que nos dice la sociedad. Lo que sirve para otras familias no necesariamente servirá para nosotros y lo que quizá le llena y le hace feliz a otra mamá o a otro papá a nosotros no nos parezca tan chévere y todo eso está bien, no existe un patrón.
...debemos poner ojo critico al sistema
He podido ser una mamá que ha disfrutado de su proceso porque decidí que SI quería ser mamá. De esto no me cabe la menor duda. No tengo ni idea de cómo podría ser madre por obligación, pero no creo que se sienta nada bien. Sin embargo, el simple hecho de desear o querer a veces no nos alcanza para disfrutarnos el proceso; en primer lugar, por la idea de tener que dejar todo si quieres convertirte en madre o por la vía del sacrificio que a veces si se debe tomar porque las condiciones de todas las mujeres varían. Por esto la maternidad no se debe tomar a la ligera y no debe estar implícito que una mujer, por tener útero, quiera o deba convertirse en madre. Por esto, debemos poner ojo crítico al sistema en general, ese sistema que quiere que seamos madres y que trabajemos fuera de casa al mismo tiempo, que quiere que seamos madres y no descuidemos ni un segundo a bebé pero que no permite tenerlo cerca en horas laborales, que quiere que seas madre pero que lo seas sola porque a los hombres les corresponden otras cosas, que quiere que seas madre y eduques a bebé pero no como te lo va marcando tu instinto sino como te lo digan los demás porque todo el mundo sabe cómo criar a tu bebé menos tú, que quiere que seas una madre que deja de ser mujer y se sacrifica ante todo pero que no debe dejar de ser amable y mostrar una sonrisa al mundo.
...ser mamá no es una experiencia, son muchas. Incluso, pueden ser muchas experiencias en una sola mamá o muchas experiencias totalmente diversas entre muchas mamás.
Claro que les compartiré detalles de mi experiencia, mis buenos y malos momentos, los trasnochos, las sorpresas, los miedos y la seguridad que vas ganando con el tiempo, me encanta saber que lo que comparto puede servir a otras personas, pero antes de entrar en publicaciones con estos detalles quiero dejar claro que ser mamá no es una experiencia, son muchas. Incluso, pueden ser muchas experiencias en una sola mamá o muchas experiencias totalmente diversas entre muchas mamás. Pero, ojalá que ser mamá pueda llegar a ser entendido de esta forma de una vez por todas y dejemos de estereotipar algo tan complejo y en lo que su experiencia depende de muchas situaciones y factores que van más allá del mismo hecho de ser mamá.